martes, 30 de octubre de 2007

Dia cero.

Ayer estuve leyendo el bolg de Amanda me di cuenta de que he tomado la decision adecuada. Me cuesta, pero me reafirmo en que es lo mejor.

Por la tarde, hacia las ocho, pase bajo la ventana del despacho de C. estaba abierta, seguramente estaba dentro, por que una de las hojas estaba ligeramente cerrada. Me acorde de que tenia que pedirle unos papeles y un CD con musica para un evento, pero me contuve y no la llame. Segui mi camino triste, profundamente triste, pero con el convencimiento de que hacia lo que debia.

Durante la noche, mientras dormitaba "El gran Gastby" en la tele, me asaltaron pensamientos sobre ella, su novio, su vida futura, una boda, su hermano, su hermana, nosotros, etc... No se si estaba despierto o soñando, el hecho es que me fui a la cama con mal sabor de alma. Que se le va a hacer, no se puede renunciar al paraiso en un dia y ademas disfrutar.

Recordé, una vez mas, lo muy caprichoso que es el destino con los simbolos, en referencia a una botella de colonia -Carolina Herrea-, que se ha convertido en una metafora de nuestra relacion. Me la regaló en un aeropuerto, durante una de nuestras escapadas a Madrid, y la dejamos en su casa para que yo pudiera tener colonia cuando estuviera alli. En realidad se trataba de impregnarme de un olor conocido y masculino que disimulara su olor en mi cuerpo y el inevitable perfume que el sexo y el placer compartido dejaba en mi piel y en mi vida. Solia dejarlo en su baño, justo arriba del armarito con el espejo.

Aunque yo soy un autentico adicto a los perfumes, este ha durado bastante. Supongo que su uso se fue restringiendo conforme nuestros encuetros carnales se fueron espaciando. Siempre estuvo alli: cuando su hermano vino de Roma, cuando su otro hermano y su cuñada se quedaron un par de dias en su casa y hasta creo que en las primeras visitas de su novio -aunque supongo que ahora desaparecera-.

Hace unos dias, cuando visite su casa por última vez, me puse un poco de perfume y me di cuenta de que casi no quedaba y me pregunte que pasaria ahora: se daria cuenta de que ya no quedaba y repondria la colonia? tendria que decirle yo que comprara otra? la compraria yo? la haria desaparecer?

Confieso que me intrigaba, porque cada opcion significaba cosas distintas. Sin embargo, el domingo me di cuenta de que aquella botella de Carolina Herrera no era mas que una cruel metafora del destino y que al acabarse, finalizaba nuestra historia.

Quien sabe, todavia quedaba un resto. Si no la usa su novio o no la tira, aun queda una esperanza o la excusa para una conversación lao necesidad de una justificación "un amigo se la dejo aqui..." . Aunque yo preferiria, como dice Amanda, ser su ex-amante, que no un amigo mas.

La otra metafora curiosa sobre nuestra relacion son mis gafas. Si. Yo llevo gafas. Las llevo desde que tengo tres años y son uno de los rasgos distintivos de mi imagen y de mi personalidad.

Pues bien, el sabado anterior -el mismo dia que lo del perfume- C me cogio las gafas y como de costumbre me riño por lo terriblemente sucias que estaban. Se dispuso entonces a limpliarlas con un paño y entonces "crack" se quebraron en sus manos como si fueran de papel. En una mano la patilla y en otra el resto de las gafas. Se azoró, me dijo que ella no habia hecho nada, que no entendia.... Es curioso, ella tan cuidadosa y metódica se habia cargado las gafas, mientras que conmigo habian sobrevivido a todo tipo de golpes, caidas, tirones, etc... Supongo que hay veces que por mucho que mimes y cuides las cosas, si se han de romper, pues eso, se rompen.

Aunque seguramente no se trata mas que de un delirio literario por mi parte. En realidad lo de las gafas se arreglo con 100 euros y lo de la colonia basta con tirarala y cambiarla por otra marca, vamos que con otros 70 euros resuelto. Supongo que hay que adaptarse a los nuevos tiempos.

PD Mar se preocupa por mi. Creo que es la unica persona en el mundo -junto con mi secretaria y por supuesto C- con la que puedo compartir esta decision. Me hará falta mucho teson, mucha fuerza y todo el apoyo que pueda conseguir para avanzar. Pero creo que a pesar de todo estoy bastante bien, atendiendo a las circunstancias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Heyyyyyyyyy no seas tan drástico. Fijo que hay mucha gente que se preocupa por tí. Creo que, como ya te dije, haces bien en apartarte de su camino. Muchas veces no queremos ver lo evidente. El tiempo lo suaviza todo.
Un besote y animo.

Anónimo dijo...

Me recuerda a algo... Hace ya tiempo me regaló un colgante de cuarzo... si no lo llevaba puesto sentía que nuestra separación era mucho mayor que la física (sólamente 1.000 kms...). Un día, el colgante se rompió... y le mandé un sms que decía "tengo miedo, ¿se ha roto algo más que el colgante?". Y era cierto...
Hoy es el día que se lo agradezco porque, como muy bien dice Amanda, lo he agregado a mi vida como un "ex", recuerdo lo bueno que me dió... incluso la libertad que me concedió (a pesar del dolor).
Muxu bat... (es bueno, hazme caso...)