lunes, 1 de septiembre de 2008

Maravilloso.

CANCION



De vuelta a mi oficina, levanto la cabeza y el paisaje resulta desolador.
El despacho grande -con su incombustible morador-, las caras adustas de las secretarias y el diseño minimalista del mobiliario hacen que mi mente vuele cruzando el mediterráneo hasta alcanzar la Toscana. Cierro los ojos y recuerdo sus carreteras llenas de viñedos, el estilizado perfil de San Gimigniano y sus altas torres, las verdes colinas de San Casciano, un almuerzo en una pequeña plaza de Panzano, la paz que se respiraba en el coqueto claustro de la Pieve de San Leonino, la delicada mirada de la imagen de la Anunziata en la basílica de Santa Maria, El campo del Palio, las espectaculares puestas de Sol en Il Poggiale.

Tanta belleza, tanta calma, tanta paz………

Hoy sin embargo he vuelto a “mi casa”, a este espacio austero y moderno en el que trabajo, vivo y muero un poco. La vuelta ha sido como esperaba: fría, desangelada, incomoda. Las mismas prisas, las mismas tareas urgentes, las mismas frustraciones, la misma desesperanza.

Cuando echo una mirada a mi entorno (personal, profesional, emocional) veo como vuelven a atacarme los mismos ninguneos, los olvidos de siempre, los antiguosfracasos, las eternas angustias. Nada cambia, todo sigue igual. Vamos a necesitar una inyección extra de optimismo para volver a empezar….

Quizá algo de sexo furtivo y salvaje, podría infundirme el ánimo necesario….. Mientras me conformare con escuchar a Giannia Nannini y recordar la Toscana, que seguramente lo mas bello que me ha pasado en los ulitmos doce meses