jueves, 14 de agosto de 2008

CANCION


En estos dias hace un año que me partieron en corazon. Me lo rompieron en mil pedazos. Creia que mi desdicha valdria la pena si ella encontraba la felicidad. Ayer la felicite y su respuesta fue: ¿Por que?

Supongo que la felicidad atonta un poco. LA desdicha solo jode

martes, 12 de agosto de 2008

Aigüa Freda

CANCION



Desde el extremo norte del mediterráneo español, en el Ampurdça, y en pleno cruce de declaraciones entre el Gobierno del Estado y la Generalitat, me encuentro sentado en un chiringuito (xiringuito) al borde del mar en la idílica Cala de Aigüa Freda. Un Gin&Tonic y un espacio wireless me ofertan la ocasión de comunicar al mundo mi estado de quietud y paz.

El paisaje es delicioso, la temperatura agradabilísima, el sol brilla en lo alto, el mar esta en calma y el agua esta fría como la copa que me estoy tomando. Todo es bienestar e idílica belleza.

Como dice la buena de Mar, he apostado por vivir y no pensar, aunque tanta paz y tanta felicidad comienzan a ponerme un poco nervioso. Buena prueba de ello es que le he pedido prestado su ordenador a mi compañero de mesa para poder asomarme al cibermundo, con la vana excusa de “consultar mi correo”.

En tan beatifico estado, he recibido un par de llamadas, una era de un buen amigo que me ha invitado a ver el campeonato de Formula 1 de Valencia el próximo día 24. La otra ha sido la de otra buena amiga (y mejor amante) que me ha llamado porque “me echa de menos” y para contarme que ha quedado con un amigo común para cenar (“nada serio” ….). En realidad, me ha llamado para informarme de que va a acostarse con el, pero dicho con la típica sutileza que las chicas usan para estas cosas……

Pues que lo disfrute. Al fin y al cabo no es ni mi mujer, ni mi novia y lo nuestro no es mas que un polvo (o polvos) ocasional. De otro lado, ya me estoy acostumbrando a que me dejen. Con el tiempo (calculo que entre septiembre y primeros de octubre) volverá diciendo que me echa de menos, que nunca ha sentido como conmigo, que si patatín, que si patatan… O quizás no? Quizás ha encontrado al hombre de su vida y por fin se decide a dejar a su marido y lanzarse a la aventura de vivir su propia vida. ¿Quién sabe?

A estas alturas del partido, ya no me creo nada. O me lo creo todo, que al fin y al cabo es casi lo mismo. Al fin y al cabo desde esta parte del mediterráneo sensato y reflexivo, todo puede ser.