jueves, 13 de noviembre de 2008

Perdon.

CANCION





Desde que volví de mi famoso puente por la costa andaluza, no he tenido tiempo de asomarme a esta página para contar al mundo como me va. He estado tan ocupado con las cosas de mi trabajo, que no he tenido ni un minuto para escribir.

Supongo que mis escasos habituales sonreirán de soslayo poniendo en duda mis palabras, peor juro que es verdad. Estoy absolutamente agotado, he sufrido –y sigo sufriendo- el peor mes del año.

He tenido que afrontar tres actuaciones verdaderamente difíciles, y todavía tengo que acometer al menos otras tres campañas. No dispongo de más ayuda que la de mi auxiliar/asistente/colaboradora/secretaria o como quiera que le guste que la llame, y confieso que estoy al limite de la extenuación.

Estoy comiendo fatal, siempre a destiempo, con prisas, a salto de mata. Da igual que sean bocadillos de tortilla o solomillos de buey, al final me dejo la mitad y luego estoy destragado. Bebo lo que no debo y duermo poco y mal. Estoy nervioso, tenso. Tengo un aspecto ojeroso y, porque no decirlo, un poco ajado, tanto que no lo resuelve ni las cremas, ni las ampollas flash.

Adicionalmente tengo un carácter del carajo. Estoy irritado e irritable. Tengo que tener un tacto exquisito en el trato de los entornos profesionales y cuando estoy con la gente que me quiere resulta que todo o casi todo me molesta y salto a la mínima.

Dedico poco tiempo a quienes realmente me aprecian y me necesita, mientras que derrocho tiempo y atenciones con un sinfin de tontosdelhaba vinculados a mi ámbito profesional. Imperdonable.

Curiosamente, el tipo del despacho grande, el que esta frente a mi –físicamente- y por encima de mi –jerárquicamente-, esta contento y feliz con mi trabajo. No se si es porque le facilito todo tipo de medallas y méritos, o porque considera que a este ritmo no durare mucho vivo.

Confío en sobrevivir a estos agobios y compensar a mi gente como pueda. La verdad es que si les fallo a ellos, todo lo demás no tendrá ningún sentido. Prometo arreglarlo. Solo espero que en este rato –largo- no se harten demasiado de mí. De todos modos, vaya por delante estas letras pidiendo perdon.