martes, 27 de mayo de 2008

Un amigo

Hoy me han dicho –confidencialmente y off the record- que uno de los principales directivos de mi empresa se marcha. Me he quedado de piedra. No sólo porque se trata de un excelente profesional cuya marcha va a hacer daño a mi organización, sino porque es una gran persona y sobre todo porque es uno de mis mejores amigos- uno de mis pocos amigos-

Era de esperar que con la llegada de Capataz zafio y engreído que ahora ocupa el despacho grande, estas cosas empezaran a pasar. Cuando se es mediocre, desconfiado, ambicioso, ruin y miserable, no se lleva nada bien tener a tu lado a gente valida, comprometida, con conciencia y con ideología –sobre todo si es la suya-

Ya hace tiempo que se veían venir tiempos difíciles, pero con esto, las cosas van a empeorar mas de lo que esperábamos, -tal y como anunciaba el santo de Loyola en sus “Ejercicios Espirituales”- Así que no nos queda mas remedio que amarrarnos los machos y aguantar. Sólo la esperanza de que a cada cerdo le llega su San Martín, me ayuda a ser paciente.

Bueno eso y que el Amo de la Finca, parece que no termina de fiarse de su capataz y le ha colocado un perro de presa en el despacho de al lado, para controlar sus movimientos. Va a ser divertido cuando empiecen a lanzarse dentelladas para ver quien la tiene más grande –la ambición, claro-.

Lo triste es que toda la gente a la que quiero se va. Unos ahora, de repente y sin avisar. Otros son la crónica de una marcha anunciada. En cualquier caso, se van y yo me siento terriblemente solo.