lunes, 18 de mayo de 2009

Hasta siempre Mario.


Cuando sientas tú herida sangrar
cuando sientas tu voz sollozar
cuenta conmigo
(de una canción de Carlos Puebla)

Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo
si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo
si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo
pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contara
unque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo

Mario Benedetti

Por que en días como este, aciagos y sombríos en los que se apaga la voz de un poeta, no puedo dejar de pensar en como sus palabras llegaron a mis manos.


Por que en días como este, tomo conciencia de mi incapacidad y me duele la envidia de no poder expresar mis sentimientos con la belleza de sus palabras.

Porque en días como este me empapa la melancolía de otros tiempos y de otros amores, dormidos en las paginas de sus libros.

Por eso, y para sentir que aun estoy vivo, en días como este es imprescindible releer a Benedetti

martes, 3 de febrero de 2009

Aquellas pequeñas cosas

CANCION


Mi colitis ulcerosa ha vuelto. Lo que me convierte en un tipo hosco y malhumorado –un poco mas de lo habitual-. Es como los familiares pesados o como los recuerdos tristes: siempre aparecen cuando menos te lo esperas y te joden el día.

En general suele atacar a traición, sin saber ni como, ni por donde ha llegado. Aunque en esta ocasión, tengo que decir que, en parte, ha sido culpa mía.

Quizás por eso no me ha cogido muy de sorpresa y me he puesto en guardia desde el principio. Por eso, o porque ya me he hecho a la idea de que el resto de mi vida viajaremos juntos, hasta que en un descuido, se libere el monstruo que lleva dentro y acabe conmigo.

Supongo que por eso ya no me duele tanto: uno se acostumbra a todo. Al dolor también. Con un poco de suerte y una adecuada estrategia farmacológica, no me durara mas de dos semanas, y luego, me “olvidare” de ella hasta que alevosa y desleal vuelva a saltar sobre mis intestinos y me joda otra temporada. Como los recuerdos.

domingo, 18 de enero de 2009

HABANA BLUES

CANCION

Un reportaje sobre el 50 aniversario de la revolución cubana que emiten en Televisión Española, me ha revuelto lo mas profundo de mis sentimientos. Me siento mal, muy mal.

Mientras y o escribo estas letras, sentado en mi cómodo estudio, auxiliado por una copa de güisqui de malta, mi amigo Luiso esta detenido en un centro de internamiento de La Habana, acusado de no se sabe que cuestión sobre la gestión económica de una empresa mixta. Tiene cojones.

Luiso es un tipo legal. Legal en todos los sentidos: honesto, respetuoso con la ley en todo su ámbito, amable, solidario, generoso y sobre todo buena gente. Sin embargo, hoy se encuentra preso de un Estado que no detalla los motivos de su detención, que no garantiza sus derechos como detenido y que no puede responder de la imparcialidad de su Justicia.

Es jodido, muy jodido, para alguien que siempre ha defendido la Revolución Cubana, con criterios mas o menos izquierdosos, tener que reconocer que la falta de seguridad jurídica que hoy genera el Estado que surgió de aquella revolución.

Algo se de derecho –poco, lo justo- pero, a estas alturas del siglo XXI, soy capaz de distinguir la indignidad, y me parece indecente e intolerable ver la horrorosa metamorfosis que ha sufrido la Revolución Cubana, merced a la mediocridad y la miserable ineptitud de algunos de sus mesiánicos dirigentes

miércoles, 14 de enero de 2009

Me duele, luego existo.

UNO

Hoy, al comprobar como el dolor del abandono me impide que poder volver a sentir aquella deliciosa pasión, me he sentido como debió sentirse Enrique Santos Discepolo al escribir ese magnifico tango que lleva por titulo “Uno”.

Pero lo realmente jodido es que esa desazón genere dolor en otras personas que se entregan mas allá de lo exigible.

Se supone que el dolor debía mitigarse al cabo de un tiempo. ¿Por qué me martiriza y me persigue en cualquier relación?

Nunca creí que esto ocurriera -salvo en las novelas románticas- sin embargo, el jodido desamor esta amargando el resto de mi vida.