sábado, 26 de enero de 2008

La felicidad.

La felicidad es algo demasiado etéreo, demasiado inconsistente y escurridizo como para resistir una definición.

Curiosamente, son muchas las ocasiones en las que pensamos en la felicidad como en una circunstancia ajena a nosotros. Habitualmente ciframos la felicidad en el futuro. Consideramos que seriamos felices si fuéramos ricos, si encontráramos al amor de nuestra vida, si obtuviéramos el trabajo perfecto, si pudiéramos vivir mejor, etc….

Creemos que la felicidad es una especie de salvoconducto que arreglará nuestra vida. “El día que encuentre un trabajo mejor, lo mando todo a …… y ya veras que bien” “Aquí no se puede vivir, en cuanto pueda me largo a “nosedonde” y a empezar de nuevo, tranquilo y feliz…” “Como me toque la lotería, si que voy a ser feliz….”

Frases como estas, o parecidas nos llevan a situar la felicidad en un plano temporal que ha de llegar o que puede llegar. Sin embargo, yo me pregunto: ¿Cómo podemos saber que lo que puede venir en el futuro nos hará felices? La verdad es que no tenemos ni idea, sin embargo creemos –erróneamente, en mi opinión- que la felicidad es una circunstancia futura, por tanto básicamente desconocida.

Sin embargo, a mi me parecer la felicidad esta en el pasado, en nuestras experiencias anteriores. Solo llegamos a saber que es la felicidad, cuando con el paso del tiempo identificamos momentos en los que fuimos felices. Recordamos aquella puesta de sol, el dia que obtuvimos un premio, un viaje, momentos con nuestro padre, un éxito profesional, el dia que estrenamos un coche, o aquella vez de fuimos tan felices haciendo el amor que ella.

Sabemos cuando hemos sido felices, en que circunstancias y lo que deberíamos buscar son momentos así. Se, lo se por experiencia, que nunca vuelven aquellos momentos, pero creo que es fácil que busquemos las condiciones para poder repetir momentos análogos, en otros sitios, con otras personas, en otras circunstancias.

Como decían los presocráticos, nunca nos bañamos dos veces en el mismo río, pero si bañarnos en un río, en medio de un paisaje magnifico y con una persona especial a nuestro lado, ¿Qué mas dará que no sea el mismo río?.