viernes, 15 de febrero de 2008

¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno escuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué estraño desvarío
si de mi ingratitud el yelo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía:
Alma, asómate agora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía!
¡Y cuántas, hermosura soberana:
Mañana le abriremos --respondía--,
para lo mismo responder mañana!

Lope de vega


Mi amiga M me escribe desde La Habana, me desea un feliz dia de San Valentín. Sus palabras son el reflejo de su voluptuosidad caribeña, sabiamente combinada con el encanto de sus antepasados italianos. Mi respuesta es dura, seca, quejumbrosa y un tanto desesperanzada.

Hoy la vida me parece una mierda. Mas alla de mis quejas antiguas, de mis amores perdidos, de mis conflictivas relaciones extracoyugales. Hoy me falló todo. Hasta mi esposa.

Es en ese momento, en ese preciso instante cuando uno se da cuenta de lo solo que esta. De lo solo que estaré el día que me tiren a la calle. Cada uno tiene sus tiempos. Cada uno tiene sus compromisos, sus obligaciones. A cambio tu , debes cargar con tus dificultades, con tus inconvenientes, con tus intransigencias, con tus incomprensiones. Sin mas. Sin preguntar, sin dudar.

Mientras la vida se me complica. Hay quien me pide más, quien quiere que sea algo mas en su vida. Tambien hay quien me pide menos, quien quiere -aunque no lo declare abiertamente- que abandone su vida. Respecto a lo primero, coomienzo a plantearme si mis negativas son fruto de mi dolor y mi pena o simplemente no quiero comprometerme con esa mujer.

Es la herida, el miedo a herirme otra vez, o es solo el convencimiento de que aquí no hay nada que me interese. No lo se, pero si es así, voy a tener un problema, y no pequeño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta noche no te comprendo. Lo siento.