domingo, 10 de febrero de 2008

Hoy soy feliz.Y estoy Alegre

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas d
e los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas del azar
y también de la alegría


Mario Benedeti.



Hoy he asistido a una audición de piano. Los intérpretes eran bastante jóvenes (entre 6 y 12 años). Uno de ellos era Mi Hijo (en adelante MH). El era de los mayores, así que ha actuado al final –el penúltimo-. Se que nadie lo terminara de creer, pero ha estado genial. Después hemos ido a comer al restaurante de mi hermano.

La vida es extraordinariamente compleja, pero hoy me he sentido muy bien con mi gente. Mi mujer, mi hermano (y su marido) y mi hijo. Y aunque mi madre no estaba, ha tenido el aciertote llamarnos a tiempo y nos ha dicho que le hubiera gustado estar con nosotros.

Mientras todo eso ocurría, he enviado un mms a C contándole como había ido la audición. No sé si puede entenderse bien, pero me gusta compartir mi felicidad con la gente a la que quiero, y no descarto que un día, tarde o temprano C tenga que aceptar a MH como a una parte mas o menos inmediata de su/nuestra vida.

Hoy ha sido un día feliz. Absolutamente feliz. Se que cada uno de nosotros ha vivido su propia felicidad hoy, y también eso me hace feliz.

Cuando he llegado a casa he leído el último de lo comentarios que ha colgado mi muy querida y admirada Mar.

Supongo que tiene razón. La naturaleza ha dotado a las mujeres de una lucidez terrible e incontestable. Y la experiencia, o quizás los años, han convertido –en algunas mujeres- esa lucidez en una suerte de visión prospectiva incontestable. Mar la tiene.

Aunque en realidad se equivoca en parte. Veras. No. No soy un solo hombre, ni dos, ni tres. Soy mil hombres y uno solo. Lo siento, pero no soy uno de esos “hombres de una pieza”. Soy muchos hombres –afortunadamente-. No solo soy un tipo sensible que llora porque ha perdido a la mujer de su vida. También soy el tipo que se siente perdido porque no sabe que hacer con su vida; y soy el padre que piensa en su hijo –un hijo al que quiere mas que a ninguna de las mujeres que hay en su vida- y que quiere lo mejor para el. Soy el hombre que comparte más de 25 años de historia junto a su compañera/novia/esposa y que no quiere apartarla de su lado sin más.

Pero también soy el carbón que la engaña sucesivamente con muchas mujeres. El tipo que hace cuatro años que se enamoro de alguien al quien no puede dejar y a la que desear mas que a su propia vida.

Soy sensible, amable, encantador, romántico, tierno y delicioso. Además, soy físicamente otras cosas que no vienen al caso. Pero también soy duro, intransigente, insidioso, critico, con una capacidad de análisis precisa y dolorosa. Soy mordaz, cáustico, retorcido y cruel. Un hijo de puta miserable y despiadado.

Y no, no estoy orgulloso de ello. Como no estoy orgulloso de mis michelines, ni de mi mala leche, ni de mi enorme y rigurosa capacidad verbal para machacar a la gente. No. Pero yo soy todo eso. Y lo único que deseo en mi vida es redimirme de mi mismo, ser feliz y ser capaz de hace feliz a la gente que me quiere.

No obstante, para protegerme y para proteger a la gente que quiero, - a mi mujer, a mi hijo, a mi madre, a mi hermano, a C, o a mis pocos amigos- soy y seré un hijo de puta cruel y despiadado. Y si alguien les agrede, les ataca, les falta al respeto o se pretende reírse de ellos, tendrá en mi un enemigo correoso, duro y paciente. Porque desde hace años decidí que para acometer ciertas cuestiones en esta vida únicamente hace falta paciencia y memoria. Y yo soy un tipo muy paciente y tengo una memoria muy, pero que muy, precisa.

Hay victimas que pueden atestiguarlo.


PD Al margen de todo esto, debo aclarar que soy un tipo agradecido y desprendido, por eso, cuando alguien es tan absolutamente generoso como mi amiga (ver el post anterior), es imprescindible hacerle sentir mi agradecimiento. No obstante, creo que este agradecimiento debe instalarse fuera de estas líneas y ha de ser algo mas cercano, mas intimo y, por supuesto, mas carnal.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Joooooooooooolin como me ha puesto este buen hombre. jajajajaja.
Vamos que me acabo de mear en las bragas del gusto. Muchisimas gracias. Así no me extrañas que liges un montón. Que cosas más chulas dices.

"Cuando he llegado a casa he leído el último de lo comentarios que ha colgado mi muy querida y admirada Mar.

Supongo que tiene razón. La naturaleza ha dotado a las mujeres de una lucidez terrible e incontestable. Y la experiencia, o quizás los años, han convertido –en algunas mujeres- esa lucidez en una suerte de visión prospectiva incontestable. Mar la tiene."

Ya conozco un poco más de tí.
Muchas gracias yo tambien te quiero un poco más que ayer.
Besitos.

Anónimo dijo...

Caray él tan fino y que basto ha quedado mí comentario.
Verás yo tambien soy muchas mujeres.
jajajajajajaja.
Más besitos ala.