Solo, fané y descangallado

Hay dias en los que no puedes soportarlo bien. Hoy se han acumulado muchas cosas. Mi salud fisica, mi salud mental y mi salud emocional, todo ha sido diagnosticado como un desastre. Un desastre absoluto. Practicamente irrecuperable.

Cuando se llega a mi edad y te medican contra el infarto, contra el cancer de colon y te recomiendan nosesabebien que prueba acerca del riñon, todo empieza a darte un poco por saco.

Si encima la mujer por la que darias tu vida -la que quede despues del rollito del colon, el infarto y lo del riñon- te dice que no eres el tipo al que ella conocio en los dias mas felices. No se sabe bien si tomarte la medicación en su justa media, o dejartela para siempre o simplemente tomartela toda de golpe en la misma tarde y eso que llevas adelantado.

Echo de menos los dias felices, dias que no volveran. Menos mal que alguien que me conoce mas de lo que yo quisiera me ha invitado a tomarnos un guisqui -que al final han sido tres-. Nos hemos reido, hemos bromeado, hemos tonteado, nos hemos provocado, hemos provocado a terceros y sobre todo nos hemos desahogado.

Hay ratos en los que uno solo quiere olvidarse de todo lo que existe en el mundo, y cuando encuentras un medio para hacerlo, pues bienvenido sea.

Hoy he llorado mucho, lo he hecho con amargura, con verdadero dolor. Solo, sin testigos. Sin nadie que me consolara. Tratando de mantener la compostura, procurando recordar la divisa familiar -"Si te duele mucho, te aguantas mucho"- pero con una sensacion de vacio que aun recordandola me horroriza.

Resulta sorprendente lo que el ser humano es capaz de resistir.