Socorro

Umbrío por la pena, casi bruno,

porque la pena tizna cuando estalla,

donde yo no me hallo no se halla

hombre más apenado que ninguno.

Pena con pena y pena desayuno

pena es mi paz y pena mi batalla,

perro que ni me deja ni se calla,

siempre a su dueño fiel, pero importuno.

Cardos, penas, me ponen su corona,

cardos, penas, me azuzan sus leopardos

y no me dejan bueno hueso alguno.

No podrá con la pena mi persona

circundada de penas y de cardos ...

¡Cuánto penar para morirse uno!

MIGUEL HERNANDEZ ("El silbo vulnerado")

Otra noche en blanco. Me escondo delante del televisor, entre alguna seria americana y una pelicula antigua. Me mimetizo con el sofa y es casi como si no estuviera. Paso horas ahi sentado con la mente perdida entre comedias y dramas ajenos y al menos asi desaparezco un poco.

Luego viene lo complicado. Cuando me retiro a la cama no puedo conciliar el sueño. Da igual que sean la dos que las cuatro. Solo a ultima hora, agotado, consigo dormirme un poco y par entonces ya casi es hora de levantarme.

Me levanto agotado, con la noche en blanco y mi vida en negro, o almenos en gris marengo, que es casi mas triste y menos estiloso. Y vuelta a empezar. Este aspecto abatido y triste que no hace mas que empeorar mi relacion con mi entorno , una relacion que se me hace insoportable y que no puedo superar.

Me joden los del comentario gracioso, me agobian los que me quieren -mi hijo paso ayer toda la tarde preguntamdome que me pasaba-, me desespera el resto y C. me mata.

Quiza por eso me gusta esconderme en el sofa, entre alguna comedia romantica y algun clasico del cine. Entre "la novia de mi mejor amigo" y "Algo para recordar". Es en el unico momento del dia en el que soy moderadamente feliz estando solo.