viernes, 8 de agosto de 2008

Pensar.

Finalmente ha llegado el día de las vacaciones. Confieso que estaba agobiado. Ha sido un año muy largo, -o al menos así me lo ha parecido-, muy duro y plagado de cambios. Ha sido un año difícil, sin embargo he sobrevivido.

Ahora necesito alejarme, tener perspectiva, repasar mi vida a lo largo del ultimo año y tomar algunas decisiones. No es fácil decidir, pero supongo que ser adulto es tener que decidir, y yo ya tengo una edad…

Espero disfrutar de dos o tres libros, de los paisajes de L’emporda y la Toscana. Deseo disfrutar de un vaso de vino sin prisas, caminar por la orilla del mar a primera hora de la mañana, dormir la siesta o jugar al Monopoli con mi hijo.

Devolverles, a el y a mi mujer, el tiempo que les he robado. Alejarme de la monotonía y de ritmo del quehacer diario y vivir a otro ritmo. Estoy seguro de que al cabo de tres semanas echare de menos mi mesa, mi teléfono y mi rutina diaria, pero de momento quiero descansar de todo. Necesito descansar de todo.

Curiosamente hoy he recibido la llamada de tres mujeres a las que quiero mucho y con las que durante este año he compartido sentimientos, amores, dolores, sexo… -con cada una cosas distintas-. Todas ellas se han despedido de mi, como si el verano fuera a hacer desaparecer al tipo que soy. Como si no esperaran verme mas… O como si me echaran de menos, no se.

Tengo mucho que pensar este verano. Y que decidir.

Buenas vacaciones

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo mejor no pensar y vivir.
Un beso.
Mar